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Eliminar las deudas de manera jurídica puede generar bastante ansiedad, máxime cuando del tiempo se trata. Para intentar paliar esa angustia que te pueda general, te contamos cuánto tarda el proceso de Ley de Segunda Oportunidad y qué fases se deben cumplir antes de dar por acabado los compromisos financieros.

Antes que nada, hay que aclarar que este proceso toma su tiempo tanto por parte de los notarios como de los jueces. Por lo tanto, la celeridad no sólo es tarea del letrado que lleva el caso, sino también del juzgado.

Hay que entender que a raíz de la situación mundial acontecida por la emergencia de salud pública, muchos juzgados sopesaron los casos, así que es muy posible que cualquier tipo de trámite no se realice a la misma velocidad que anteriormente.

Duración del proceso de la Ley de Segunda Oportunidad

Una vez el deudor se ha acogido al proceso de la Ley de Segunda Oportunidad, deberá transitar por diferentes fases. En cada una de ellas se logran acuerdos que determinarán los siguientes pasos.

Lo primero para entrar a las etapas de la ley es tener una asesoría o preparación con un letrado experto. Con ello, lo que se pretende es recolectar toda la información pertinente para presentar ante el notario y el juez.

Dentro de la información requerida se puede solicitar certificados y documentos que acrediten la situación financiera, o todo aquello que pueda dar fe de las deudas que se deben y el tipo de acreedores.

El letrado que lleva el caso será quien validará toda la información, determinando si es pertinente y suficiente para demostrar la insolvencia y lograr el beneficio de exoneración

Fase extrajudicial

En la primera etapa, la fase extrajudicial, se intenta llegar a acuerdos con los acreedores y reclamantes de las deudas.

Esta fase es justamente donde se pueden dar las renegociaciones, quitas de las deudas o acuerdos de pago, en consonancia con las posibilidades del deudor.

Normalmente, esta etapa puede tener una duración de dos a cuatro meses, pero puede extenderse más, debido a que se requiere que haya un Administrador Concursal designado para esta fase.

Como es bien sabido, los honorarios de los Administradores Concursales no suelen ser muy elevados, por lo que es algo difícil que el notario pueda designar uno en un tiempo breve, ya que muchos dimiten.  

Otro factor que puede alterar el tiempo de esta etapa es la tenencia, o no, de deudas con la administración pública.

Cuando se tienen pagos pendientes con Hacienda o la Seguridad Social el proceso se puede prolongar, ya que estas deudas difícilmente se pueden perdonar. 

Fase judicial

Si las negociaciones de la fase extrajudicial no prosperan se pasa a la liquidación de bienes y propiedades del deudor para satisfacer la deuda. Esto se conoce como la fase judicial.

Aquí se establece un orden de acreedores, ya que la ley protege al afectado y no pueden cobrar todos al mismo tiempo. Este proceso puede tener una duración aproximadamente de cuatro meses.

Dependiendo de la cuantía de las propiedades y la cantidad, el proceso puede extenderse hasta los seis meses. Hay hipotecas que no son fáciles de manejar y puede tomar mucho tiempo el definir la situación. 

Fase de calificación

Finalmente, se pasa a un proceso de calificación. Como su nombre lo indica, esta fase tiene un tinte evaluativo, ya que se evalúan las razones de la insolvencia.

Se pueden dar dos tipos de resultados: que la insolvencia se haya dado de forma fortuita o que el deudor sí sea culpable de su situación. Será un juez quien deberá analizar el caso y definir cuál de las dos situaciones se presentó.

Una vez se ha dado la liquidación de bienes, se puede solicitar el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho, BEPI.

La obtención de la exoneración significa el fin del proceso, así como el perdón de todas las deudas, incluso de aquellas que no se hayan podido sanear tras la venta del patrimonio.

Entonces, ¿cuánto tarda el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad?

Con todo lo anterior y cada una de las fases, se puede decir que cada proceso será diferente, y tomará su propio tiempo. Pero una media general de este tipo de casos oscila entre uno y dos años.

Es de resaltar que los procedimientos pueden extenderse debido a múltiples factores como la cantidad de bienes en juego, si el deudor posee toda la documentación a tiempo y si cuenta con todos los requisitos.

Además, un pago oportuno a los notarios hará que el caso fluya de forma más ágil, ya que, cuando los pagos son dilatados, el proceso puede tener una tendencia a quedarse quieto.

Si bien en una situación de insolvencia es difícil realizar cualquier tipo de pago de más, se debe tener presente que es una inversión final para acabar con todas las deudas y librarse de la insolvencia total.

En conclusión, este proceso puede tardar hasta dos años. Pero, con la asesoría adecuada, es posible agilizar los trámites y hacer los movimientos correctos, para llevar a un buen desenlace el caso.

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