No se puede hablar de un proceso jurídico de anulación de deudas sin un notario. Aquí te explicamos el papel del notario y su función en la Ley de la Segunda Oportunidad.
Este funcionario tendrá un papel muy importante durante el proceso de la ley, ya que llevará gran parte de la documentación y evidencias. De hecho, de su aprobación dependerá en gran parte el éxito del caso.
Aunque su papel es fundamental al inicio, el notario estará presente en todas y cada una de las fases de la ley, por lo que es importante seleccionar uno que tenga la celeridad y el compromiso con el expediente.
El notario y la Ley de Segunda Oportunidad
Siempre que una persona se acoge a la Ley de la Segunda Oportunidad, debe presentar su caso ante el notario. Éste será quien revise si se cumple o no con los requisitos.
Para ello, el notario deberá inspeccionar la documentación remitida por el deudor y certificar que efectivamente se cumplen con los requisitos estipulados por la ley.
Funciones del notario
El notario es la persona encargada de avalar y certificar que se cumplen ciertas condiciones, en determinado aspecto jurídico o legal.
Por lo tanto, en la Ley de la Segunda Oportunidad, será la persona que revise el caso, y verifique que quién solicita entrar a la ley, tenga una insolvencia comprobada.
En caso de que la documentación presentada esté incompleta o presente alguna inconsistencia, el notario tiene la función de notificarlo. Con ello, se da un plazo de máximo cinco días para anexar o corregir documentación.
¿Qué sucede si la documentación es rechazada? Afortunadamente, si se desaprueba la documentación es posible volver a presentar la solicitud.
El notario puede exigir documentación relacionada a lo laboral, como las rentas o últimas nóminas. También deberá exigir la documentación patrimonial (hipotecas, vehículos, etc.), y documentación personal.
Su función igualmente es la de solicitar inventarios de activos (ingresos) y pasivos (gastos y acreedores) para anexarlas en el folio del solicitante.
Además de lo anterior, el notario debe definir un Administrador Concursal, quien es el encargado de llevar el acuerdo entre acreedores y deudor.
El Administrador Concursal también está facultado para hacer un reconocimiento de bienes, en caso de que se deba hacer una liquidación de estos para saldar la deuda.
Una de las funciones más importantes del notario es la de notificar a todas las partes interesadas de la acogida del deudor a la Ley de la Segunda Oportunidad.
Por ejemplo, es función del notario notificar al juez, a la Agencia Estatal de Administración Tributaria, a la Seguridad Social y demás entidades que sean necesarias.
Plazos del notario
Cuando se realiza la solicitud de aceptación ante la ley y es aprobada, el notario tiene cinco días hábiles para realizar la designación de un administrador concursal. Aunque no siempre ocurre en ese tiempo establecido.
En la práctica, los administradores concursales suelen tomar algo más de tiempo, ya que no todos están disponibles, ni aceptan ser designados. La razón: los honorarios de este trabajo suelen ser bajos y establecidos por ley.
Aun así, la jurisprudencia protege siempre al usuario y estipula que ellos deben cumplir con sus obligaciones, dentro de los plazos establecidos.
Costes del notario en la Ley de Segunda Oportunidad
Los costes del notario en la Ley de la Segunda Oportunidad ya están definidos por la ley y no suelen ser excesivamente altos.
Para los procesos que no tienen propiedades de por medio para su liquidación, el costo regularmente ronda los 400 euros.
Más específicamente, algunos procesos tienen unos valores medianamente establecidos. Por ejemplo, el acta de proceso tiene un coste alrededor de los 36 euros. Además, cada uno de los folios tiene un valor de 3 euros aproximadamente.
Hay que tener en cuenta que, al valor final, la suma de todos los folios, se le debe añadir el coste del 21% del IVA.
Para aquellos casos donde existan inmuebles u otro tipo de bienes, el costo puede variar en función del valor de las propiedades.
¿Puedo elegir al notario?
Es posible elegir el notario para iniciar el proceso de Ley de la Segunda Oportunidad, pero debe ser de la provincia o localidad donde se encuentre la residencia del deudor.
Uno de los inconvenientes a la hora de elegir el notario, o llevarle el caso, es que es una gestión que toma un tiempo considerable y no todos están dispuestos a asumir ese rol en el proceso.
A lo anterior, se suma el hecho de que los costes de notariado ya están estipulados por ley, por lo que no suelen ser muy altos.
Los costes que se deben asumir son bajos, porque deben estar en concordancia con las posibilidades del deudor, que ya posee una situación de insolvencia y no puede asumir tarifas muy altas.
¿Se puede negar un notario a tramitar la Ley de Segunda Oportunidad?
Desafortunadamente, muchos notarios no asumen su rol en muchos casos solicitados bajo la Ley de la Segunda Oportunidad, debido a los bajos costes.
Por tal razón, algunas provincias y comunidades autónomas han establecido una obligatoriedad en turnos para que las solicitudes de estos procesos no puedan ser negadas. Algunas de las comunidades que han adoptado este sistema son Cataluña, Madrid, Canarias, y Castilla.
Cómo se resuelve esta situación
La obligatoriedad en turnos y notariados ha representado una mejora en cuanto a la aceptación de procesos basados en la Ley de la Segunda Oportunidad.
Dado que la ley es relativamente nueva (2015), es necesario que se conozca mucho más entre la población y los notarios, para que no represente una gran carga laboral.
El hecho de que la ley sea más conocida por juzgados y letrados, hace que se elimine el tiempo que se necesita para su inspección y aumenta el tiempo de acción en los procedimientos.
En conclusión, es vital escoger un buen notario, para que el acaso avance bien desde el comienzo. Acércate a nosotros y te conseguiremos los notarios más idóneos para tu caso. Nuestra experiencia comprobada hará que todo salga como lo esperas.
