A. Martínez acudió a nuestras oficinas presentando su caso que incluía una deuda de 120.000 euros a entidades financieras y bancarias.
El señor Martínez visitó por primera vez nuestro bufete para conocer si podía ser candidato y acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Nos presentó toda su documentación y verificamos su legibilidad para someterse al proceso. Proseguimos a declarar frente a un notario los ingresos, patrimonio, gastos y deudas totales de nuestro cliente.
De igual forma, frente a un notario, nombramos un mediador concursal cuyo primer objetivo sería tratar de alcanzar un acuerdo con los distintos acreedores con los cuales nuestro cliente mantenía una deuda y tratar de llegar a un consenso con distintos planes de pagos que pudieran resultar asequible para A. Martínez de acuerdo a sus ingresos y gastos básicos para vivir. Inicialmente, solicitamos que nos perdonaran una parte de la deuda superior al 20% y aplazar los pagos hasta unos 7 años.
Los acreedores no accedieron a esta opción y sólo obtuvimos un 28% de los votos a favor de aprobar nuestra propuesta por lo que pasamos a la solicitud del concurso en vía judicial para resolver el problema de las deudas de nuestro cliente.
En palabras de A. Martínez: “Había solicitado ayudas por todos lados para ver cómo podía pagar la deuda que tenía, añadido a toda mi situación tenía que seguir viviendo con mis dos niños y mi mujer, con lo cual estaba en un estado de desesperación y sin ver la luz al final del túnel. Me decidí a realizar esta consulta sin esperanza de que pudieran resolver mi caso.
Mi asesor personal me explicó todas las fases por las que íbamos a transitar durante todo el proceso, más toda la documentación que necesitaría. En medio del proceso tuve que agregar más dinero a la deuda ya que no tenia información actualizada de uno de mis acreedores, pero tampoco tuve problema”.
En este caso específico, nuestro cliente A. Martínez tenía cifras según el último documento que había solicitado a uno de los acreedores a los que le debía dinero, pero al declarar todas las deudas, cada uno de los acreedores debe brindar documentos actualizados con cifras al día, y si existe algún error, se procede a subsanarlo y no existe ningún problema siempre que se actúe de buena fe.
“Llevábamos años viviendo en un total estrés, ya habíamos vendido todo lo que podíamos para intentar pagar una parte, pero a largo plazo nos afectaban muchísimo los intereses y al final era un ciclo del cual no podíamos salir”.
Comenzamos a realizar cada uno de los pasos necesarios para demostrar que la situación de nuestro cliente A. Martínez era insostenible y solicitamos al juzgado la exoneración completa de las deudas.
“Me recomendaron venir y presentar mi caso, pero la verdad me encontraba muy escéptico con respecto a los resultados que pudiera obtener, pero me dije, no tengo más que perder así que por qué no. “
Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia N.º 3 de Sants-Montjuic, Barcelona ha reconocido el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI) en el caso de A. Martínez, vecino de la ciudad, casado y con dos hijos a su cargo, quedando libre de todas sus deudas.
“Nunca olvidaré el día que me dieron la noticia de que podía pasar por el bufete y recoger mi auto judicial que me exoneraba de cualquier deuda”, nos expresó A. Martínez. Para nuestro equipo de trabajo, no hay nada más satisfactorio que escuchar las reacciones de nuestros clientes al brindarle estas noticias tan positivas. Ahora, gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad y al equipo de Acaba con tu deuda, A. Martínez y su familia puede comenzar una etapa nueva de su vida 100% libre de deudas.
“Agradezco tanto a este equipo por tanto trabajo y dedicación, gracias a vosotros me siento otra persona, no me alcanzará el tiempo ni las palabras para decir todo lo que quisiera, pero mil gracias por vuestra asesoría. Al final, lo logramos y lo hicimos juntos”, concluyó nuestro concursante.
Nuestra filosofía es simple: brindar siempre el mejor servicio del sector, respetar los deseos de nuestros clientes y acompañarlos de forma empática durante todo el proceso, sugiriendo siempre la mejor solución y alcanzando el resultado esperado.
Si te encuentras en una situación similar o conoces a alguien que lo esté, contacta con nosotros, analizaremos tu caso, valoraremos si cumples con los requisitos para acogerte a la ley y aclararemos todas tus dudas sobre el procedimiento.
La Ley de Segunda Oportunidad, surgida de Real Decreto-ley 1/2015, de 27 de febrero, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social, surge para que los emprendedores y particulares puedan resurgir tras haber adquirido unas deudas a las que es imposible hacer frente.
Por ello desde el equipo de Acaba con tu Deuda, nos hemos especializado en casos de este tipo para ayudar a que más personas se beneficien de la Ley de Segunda Oportunidad.
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