Hoy compartimos el caso de éxito de A. Miranda donde queda demostrado que una segunda oportunidad, siempre es posible. Gracias al esfuerzo y guía de nuestro equipo de Acaba con tu Deuda y el amparo de la Ley de Segunda Oportunidad nuestra clienta ha sido exonerada del pago de los 33.600 euros que debía a distintas entidades, privadas y públicas.
Cuando nuestros clientes realizan un primer contacto con nuestro bufete, encontramos que existe mucha desinformación sobre la ley de segunda oportunidad. Mucha gente piensa que puede cancelar cualquier deuda, y en otros casos no saben bien que sucede en los casos de las hipotecas. Por ello, seguimos insistiendo en la necesidad de analizar cada caso con detenimiento, para corroborar si la persona puede beneficiarse de la ley o no.
Lamentablemente, hay casos en los que por muchos que queramos no podemos ir más allá de las condiciones de la ley y preferimos ser cautos y transparentes con los clientes, y cuando la ley concursal no es la mejor solución, lo decimos por lo claro y sin rodeos.
Nuestra clienta, A. Miranda, contaba con una deuda de 33.600 euros con distintas entidades, parte de esa deuda era con Hacienda, pero era la menor cantidad (sólo unos 4.000 euros) y que también incluimos dentro de la deuda que pensábamos condonar.
Una vez que decidió comenzar el proceso de Ley de Segunda Oportunidad, empezamos a reunir toda la documentación que necesitaríamos presentar ante notario junto a la solicitud formal para formalizar el procedimiento.
Algo que siempre enfatizamos en el proceso es la paciencia que debemos tener hasta la finalización del caso. La mayoría de nuestros clientes ya llegan a nosotros cuando están saturados de comunicaciones de las entidades con las que tienen deudas, por eso este tipo de situaciones es mejor evitarlas y cuánto antes comenzar a solucionarlo.
Nuestra clienta, A. Miranda, contaba con todos los requisitos para poder acogerse a la ley, con lo que nos fue muy fácil demostrar su situación de insolvencia ya que su situación económica era muy precaria y aunque que quisiera, sus ingresos no le daban para hacer frente al pago de las cuotas de las deudas con las que contaba.
A través de un mediador concursal, intentamos empezar a negociar con los acreedores a los que debía dinero nuestra clienta cumpliendo con una de las fases del procedimiento. Al concluir esta etapa, el mediador redactó acta y continuamos a la fase de juzgado (al cual nuestra clienta no tuvo que ir, porque el proceso de ley de segunda oportunidad es una solicitud y no una demanda).
Al llegar a los juzgados se paralizan todas las notificaciones por parte de los acreedores. No pueden exigir el pago de nada ya que el caso se encuentra en proceso judicial. Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia N.º 63 de Las Palmas, reconoció el BEPI y pudimos entregarle el auto judicial que establecía la cancelación de las deudas con distintas entidades financieras y bancarias que había acumulado nuestra clientay a las que no podía hacer frente.
Buscamos siempre la comodidad de nuestros clientes, por lo que nos hemos adaptado a la nueva normalidad y hemos digitalizado la mayoría de nuestros procesos para evitar desplazamientos y contactos innecesarios, garantizando la seguridad y salud de nuestros clientes y nuestros trabajadores.
Si te encuentras en una situación similar o quieres asegurarte de que puedas acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad y necesitas la asesoría de nuestros especialistas, contacta con nosotros, ofrecemos una primera consulta de forma gratuita, analizamos tu caso detenidamente y respondemos a tus dudas.
